Como era de esperar, entre marzo y abril se agolpan los lanzamientos. Pasadas ya las navidades y las rebajas y con la vista puesta en los festivales, marzo y abril son, una vez más, una cascada de novedades interesantes. Discos hay a patadas, y también algunas decepciones. Por suerte, victoria para las sorpresas agradables con el retorno exitoso de algunos de los más grandes como PJ Harvey, Iggy Pop, Pet Shop Boys o Violent Femmes, o artistas consagrados como Emmy The Great, Kevin Morvy, Sturgill Simpson y grandes sorpresas como The Magnetic North o el muy increíble «City Sun Easter In The River of Light» de Woods. Entre las decepciones, la basura indecente que ha presentado M83, sin palabras, o el nuevo álbum de León Benavente, del que se salvan algunas canciones, eso sí. Y ahora, a disfrutar.
Charlie Hilton “Palana”
Charlie Hilton ha vuelto y esta vez lo hace en solitario y disfrazada de Trish Keenan. “Palana” es una bendición para todos aquellos a los que la muerte de la cantante de Broadcast supuso un revés. Que la obra de Blouse no nos despiste, Hilton ha cambiado las coordenadas suavemente pero con decisión, rellenando el cosmos de sonidos artificiales, reverberaciones y ecos, construye su propia constelación pop. En realidad el álbum no mira al dream pop en ningún momento, lo siento, sino que sus atmósferas recuperan la psicodelia de The United States of America y su voz recoge el legado de Grace Slick. Puede que este disco se olvide en seguida, pero nunca envejecerá.
Woods “City Sun Easter In The River of Light”
Tiene todos los números para convertirse en el disco infravalorado del año, principalmente porque “City Sun Easter In The River of Light” ya ha cogido tanda para entre los mejores álbumes de 2016 y es probable que los tenderos del indie le pasen la tanda. Con un nuevo sonido refinadísimo, Woods es la gran revelación que no te puedes perder. Un caramelito para todo aquél que se divierta hablando de influencias. Psicodélia pop que introduce elementos de la música africana con una sutileza magistral como es el caso de la impresionante “Sun City Creeps” y, de forma más perceptible, en “Can’t See At All”, o se pasa al bando de The Byrds sin despeinarse (véase “Morning Light”) o incluso al de Can, algo que se palpa en numerosos momentos del disco pero adquiere tono de homenaje al krautrock con la metronómica “I See In The Dark”. No sobra ni un segundo del álbum. Como diría tu madre, acábatelo todo.
Imarhan «Imarhan»
La primera escisión de Tinariwen es una de las grandes noticias. Las mismas coordenadas que su predecesor sirven para enmarcar la nostalgia del desierto de la comunidad tuareg en el exilio. Se acabaron las armas, que vivan las guitarras. Puro blues de tinde e imzad (son instrumentos, en el segundo caso es un violín), facturado para aliviar las penas y de paso reivindicar la injusticia social. En dos meses serán la banda africana «indie» del momento. Ya veréis.
Sturgill Simpson “A Sailor’s Guide To Earth”
Con Sturgill Simpson es difícil saber qué impresiona más, si su música o sus historias. Uno de los grandes nombres de la americana actual, comparado con Waylon Jennings pero por momentos pisando el terreno andado por Van Morrison. Narrando las cartas de su abuelo desde el pacífico sur durante la segunda guerra mundial, Simpson se saca un manual de fusión de géneros del rock sureño. Hay soul, country y rock, nada nuevo, y aun así es uno de los álbumes más relevantes que vas a escuchar este año. Emocionante.
Kendrick Lamar “untitled unmastered.”
Lo que Kendrick Lamar considera un disco de descartes indignos ni tan siquiera de ser titulados para mí es su mejor obra. También es su álbum de corte más clásico, para qué engañarnos. Mucho más sofisticado y bordeando el neo-soul, menos directo pero una capacidad creativa fuera de toda duda que se desarrolla en un extenso diálogo con el free-jazz. Ya tenemos otro dignísimo sucesor de “Jazzmatazz”.
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Pet Shop Boys “Super”
El objetivo es sudar. Alguien les ha puesto algo en la bebida y es cuestión de sacarlo a gotarrones. Ese mensaje se pretende trasladar de buenas a primeras en “Super”, y esa es la función asignada a la pasadísima de vueltas “Happiness”. Y debo reconocer que útil es a la hora de cumplir con su cometido. A pesar de todo, la chicha viene después, especialmente con “The Dictator Decides”, la más oscura del disco, la poderosa “Burn”, y con “Twenty-Something”, la más luminosa y a ritmo de cumbia. En líneas generales, más parece tratarse de un dj set de altas horas de la madrugada que de un disco al uso. Y aun así, es encantador.
The Magnetic North “Prospect of Skelmersdale”
Otra de las maravillas destinadas al ostracismo es “Prospect of Skelmersdale”, folk de cámara preciso y preciosista, pura utopía cosificada en coros angelicales y voces cálidas que recorren los trazos de algunas bandas que ya dejaron huella en su propio sello, Full Time Hobby. Caso clarísimo: el de Tunng, gracias sobre todo a la incorporación de bases electrónicas, ya sean rítmicas (“Sings”), atmosféricas (“Little Jerusalem”) o ambas (“A Death In The Woods”), y al despliegue de instrumentos de viento (“Pennylands”, “Sandy Lane”) en un estira y afloja entre lo clásico y lo vanguardista. Qué cantidad de canciones memorables.
Anchorsong “Ceremonial”
Masaaki Yoshida es el autor de esta joya escondida. “Ceremonial” es una memorable reinterpretación de los sonidos más primarios de la raza humana. Todo un ejercicio de reconversión en algo completamente distinto a la materia prima que resulta en un álbum absolutamente innovador y sofisticado. Así suena África tras pasar por Japón, ese podría ser el titular, con “Butteflies” por la bandera.
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Damien Jurado “Visions of Us On The Land”
El talento de Damien Jurado es como el universo, se expande sin un final aparente. De la mano de Richard Swift, su obra ha ganado en matices y se ha adentrado en terrenos frondosos y espesos que, a pesar de lo que pueda parecer, no han sido un obstáculo para que sus álbumes se mantengan igual de accesibles. Todo lo contrario, tan disfrutable como siempre, solo que a más niveles. Y es que una búsqueda tan vital como la que narra exigía nuevos horizontes sonoros.
Mejores canciones marzo-abril:
Comments
Sr. Helvetica 30 abril, 2016 at 11:17 am
¡Pues viendo el nivel de los poquitos que conozco, me pongo AHORA MISMO con esos otros discos que recomiendas y no he escuchado, porque la cosa promete!
Bailar de arquitectura 30 abril, 2016 at 11:29 am
pues tu te avanzaste con Magnetic North, que tiene mérito! Doblo rodilla. A ver qué te parecen, yo creo que podría haber destacado más discos, pero uno tiene el tiempo que tiene. Si te quedas con ganas de más, en la lista encontrarás otros discos interesantes. Ya me dirás!
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